El Gobierno de Raúl Castro realizará en los próximos meses una reforma migratoria «radical
y profunda» para eliminar algunas de las restricciones que tienen los
cubanos cuando deciden emigrar a otros países o viajar por motivos de
turismo, ha anunciado el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.
Esta
reforma es uno de los cambios más esperados por los habitantes de la
isla que desde hace casi 50 años deben solicitar un permiso de salida
que se paga en dólares y que sólo se concede bajo determinadas
condiciones. Aquellos que logran salir, bien sea por la vía legal o
ilegal, y permanecen más de once meses fuera pierden la mayor parte de
sus derechos en Cuba, pues son considerados automáticamente emigrantes
definitivos.
«Uno de los temas que estamos debatiendo actualmente al más alto nivel del Estado concierne la cuestión migratoria. Vamos a proceder a una reforma migratoria radical y profunda en los próximos meses con el fin de eliminar este tipo de restricción», ha explicado Alarcón en declaraciones al portal «Rebelión».
Todas
estas restricciones han sido blanco de duras críticas, aunque el
Gobierno ha insistido en justificar estas medidas recordando que «una
parte de la emigración cubana es responsable de miles de atentados
terroristas» contra la isla «los cuales costaron la vida a 3.478
personas, a las cuales hay que agregar otras 2.099 víctimas con lesiones
permanentes».
Sin embargo, Alarcón reconoce que «las cosas han cambiado mucho» desde
que se implementó la ley migratoria aún en vigor y destaca que «la
comunidad cubana en el exterior constituye el segundo grupo de personas
en orden de importancia que viaja a Cuba anualmente».
«Cerca
de medio millón de cubanos instalados fuera de nuestras fronteras nos
visitan cada año. La inmensa mayoría de la emigración cubana tiene una
relación normal con su patria de origen», ha señalado. Así, ha resaltado
que los emigrantes de los años sesenta eran «exiliados
y entre ellos se encontraban los que habían saqueado el Tesoro
Público», además de presuntos responsables de atentados terroristas.
Pero
con el paso de los años, «otros cubanos emigraron a Estados Unidos y no
presentan el mismo perfil que el exilio histórico». «Se trata ahora de
una emigración económica cuyo interés fundamental es mantener un vínculo pacífico con su país de origen.
Tienen familia, amigos y desean ante todo estabilidad», ha destacado,
al admitir que «esta nueva realidad nos lleva a una reforma sustancial
de nuestra política migratoria» en la que «se deben cambiar algunas
reglas y eliminar otras».
Otra
explicación que justifica todas estas restricciones es las «necesidad»
del régimen castrista de «proteger» a todos sus profesionales, ante la
promulgación de leyes en Estados Unidos que otorgan beneficios a los
profesionales cubanos.
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